De acuerdo con el informe oficial del Servicio Sismológico Nacional del Instituto de Geofísica de la UNAM, este martes 20 de marzo a las 12:07 se registró un temblor de 7.8 grados escala Richter, con epicentro en las cercanías de Ometepec, Guerrero, y Pinotepa Nacional, Oaxaca; que se sintió con fuerza en la zona central de la República Mexicana. En estas situaciones, nuestra memoria reciente revive las imágenes, estremecimientos y resquebrajos sufridos en 1985, cuando a las 7:17 de la mañana un temblor oscilatorio y trepidatorio, con una magnitud de 8.1 y con epicentro frente a la desembocadura del Río Balsas, en los límites de Michoacán y Guerrero, junto con su fuerte réplica del día siguiente, provocaron una de las más graves tragedias humanas de la capital mexicana, con más de 10 mil muertos, miles de heridos y damnificados, así como cuantiosas pérdidas materiales. Aunque no fue la primera vez que el Valle de México se estremecía…
La madrugada del domingo 28 de julio de 1957, exactamente a las 2:44am, los habitantes de la Ciudad de México despertarían sorprendidos y presurosos por un temblor de 7.7 grados en la escala de Richter, cuyo epicentro en esa ocasión se ubicó en Acapulco, Guerrero, con el resultado de 700 personas muertas y 2,500 heridas. Un año antes, en el ánimo de modernidad de aquella época, se había levantado el primer rascacielos del país: la Torre Latinoamericana, diseñada por el arquitecto Augusto H. Álvarez (44 pisos y 188 metros de altura incluyendo la antena), así que los días posteriores, en los medios y círculos especializados, se procuraba saber “si era peligroso crecer hacia arriba”.
Parece que los entrevistados por el reportero Alardo Prats -tres arquitectos y los pintores Ángel Zárraga y Diego Rivera- se inclinaban por promover un crecimiento horizontal y apegado a reglamentaciones que delimitaban la altura máxima de los edificios en sesenta metros, aunque las tendencias iban rompiendo el estilo de la Ciudad de México, con un crecimiento anárquico, “en todas direcciones, según el viento de las especulaciones monstruosas y desenfrenadas”, cuando el país albergaba 30 millones de habitantes y la capital tres millones y medio in crescendo…
¿Qué dirían los urbanistas de hace 55 años de la fisonomía actual de la Ciudad de México, que con su ritmo de crecimiento se expandió vertical y horizontalmente? Trascendiendo este punto -digno de otras polémicas y complejas soluciones- habría que resaltar la gran diferencia entre las reacciones y los daños humanos y materiales de ese 1957 y la experiencia de este día de 2012…
Aquel movimiento telúrico llegó a conocerse como “El temblor del ángel”, porque también cayó al suelo la emblemática figura de la Victoria Alada que coronaba la Columna de la Independencia, tal y como podemos apreciar en esta serie de fotografías de Tomás Montero Torres. El ángel tuvo que ser reconstruido a lo largo de un año por un grupo de técnicos, bajo la dirección del escultor José María Fernández Urbina, así que la columna permaneció sin su colosal complemento hasta el 16 de septiembre de 1958, cuando fue reinaugurada.
Resalta la proporción entre los trozos de la Victoria Alada esparcidos por el suelo y la dimensión de hombres y mujeres que llegaron hasta ese punto de la Avenida Reforma a verlo con sus propios ojos… Otras edificaciones se perderían por completo o sufrirían cuarteaduras de importancia, contribuyendo con sus ausencias o remodelaciones a reconfigurar la metrópoli…
Pero hubo aprendizajes… La Torre Latinoamericana, por ejemplo, fue de los primeros edificios del planeta en construirse en una zona de alto riesgo sísmico y, gracias a su estructura de acero y gatos hidráulicos se mantuvo sin percances, logrando gran prestigio internacional y el premio del American Institute of Steel Construction.
Es más, hoy día, con su fortaleza probada tras el sismo de 1985, “la Latino” está considerada “uno de los rascacielos más seguros del mundo”. De cierto modo constituyó un experimento positivo para la mejora de futuras construcciones, en México y el extranjero. Fue la edificación más alta del país hasta 1972, cuando concluyó la construcción del Hotel de México -hoy World Trade Center-, y durante ese tiempo también permaneció como “la más alta de Iberoamérica”.
Lo cierto es que los aprendizajes nunca concluyen, menos cuando habitamos un país con alto riesgo sísmico debido a sus características geológicas.
Mis felicitaciones por la publicación tan oportuna del día de hoy 20 de marzo de 2012 con motivo del sismo que se sintió en esta ciudad de México, en la que concatenan la noticia de la caida del Angel de la Independencia con motivo del sismo de 1957.
Es una pena que esta ciudad haya crecido tanto verticalmente; ya se deshumanizó con los demasiados edificios de vivienda y comercio y los segundos pisos viales que no serían necesarios si se hubiera aplicado un plano regulador (que lo había).
En cuanto al material periodístico, magnífico, por allí veo en los créditos a viejos colegas conocidos como Alardo Prats, Aurelio Montes de Oca y, por supuesto, el maestro Tomás Montero.
Felicitaciones por este oportuno material.
Muchas felicidades, por tener estas fotos tan impresionantes , que narran un suceso tan emblemático dentro de la historia de nuestra capital. Tenia tiempo que habia estado buscando unas fotos de el “ángel caido”, que por cierto es una victoria, y ahora, estoy impresionado de las fotos que estoy viendo.
Este material fotografíco es una increible ventana al pasado de los mexicanos y creo que no solo merece ser exhibido en un o varias exposiciones, si no que deberia de ser conocido por todos nosotros, como una gran clase de historia que nos revive y nos acerca a el México del Siglo Pasado.
Asombrosas fotos!
Extraordinario artículo el que me han hecho leer. Interesante el contenido textual de la página de “Ferronales”. LAs fotografías hablan por sí mismas. Gracias por enseñarme más en la vida. Un abrazo Martita.
Fabulosas, y muy oportunas, fotografías.
Mi mamá, que era una niña por aquellas épocas, recuerda haber visto el “ángel” por los suelos y todavía le cuenta a sus nietos lo bonita que es la cara.
Como siempre, felicidades por este maravilloso trabajo.
Me sorprende la oportunidad de la comunicación y el aval de las imágenes del Acervo Tomás Montero que nos permite visualizar eventos singulares de la vida de los citadinos. Valiosa información gráfica que documenta la historia y experiencia de los temblores en la caótica ciudad que hemos ido conformando. FELICIDADES!
Gracias por compartir este importante acervo visual impregnado de aspectos preponderantes de la vida en la ciudad de México.
Felicidades a la direccion del archivo por este trabajo,tan interesante.
Un saludo, Esther Padilla.
WOW!!! Las imágenes son estremecedoras. Particularmente la fotografía que más me impactó es la del soldado caminando entre los escombros. Parece como si fuera la única persona que permanece imperturbable ante el suceso. Los civiles muestran alguna emoción… la niña que está corriendo quizá hacia donde están sus padres, el muchacho que voltea la cabeza para observar parte de la escultura que está en el suelo, el señor de gabardina obscura que observa y qizá esté elevando al cielo una plegaria… solamente el soldado camina tranquilo, como la figura de autoridad que puede infundir calma en una situación de desastre…
Increibles imagenes y emblematicas, yo naci en el 57 y mi hija Sophia en el 85… que tal la chica terremoto y el amigo del angel…
Me acuerdo perfectamente que cuando se cayó el Ángel en el temblor del 57 yo era un niño de 9 años pues nací en 1948. Vivíamos en San Pedro de los Pinos y mis padrinos Moisés Perogordo y Lasso y María de la Luz Salvador tenían su casa a unas dos o tres cuadras del monumento a la Independencia en la Calle de Liverpool 156.
Por teléfono mi padrino habló con mi papá para decirle: ¡Se cayó el Ángel¡
Al día siguiente fueron por nosotros a ver al Ángel caído. Las fotos me lo recuerdan perfectamente.
Hacer un recorrido al pasado es realmente interesante. gracias por la oportunidad de acercarnos con estas recopilaciones!
Hola
Estoy escribiendo la historia del monumento al Angel de la Independencia y me pregunto si ustedes pueden permitirme la publicacion en internet de las fotografias del Angel cuando se derrumbo por el sismo del 57
Gracias en nombre del Angel
La cabeza de la Victoria Alada se exhibe en uno de los inmuebles del Gobierno del Distrito Federal. La mirada de la escultura todavia conserva el espanto de la dramática caída. La serie de imágenes del terremoto del 57 revela el don de la ubicuidad del famoso fotógrafo michoacano.
Estee NO, ahahhahahaha :p a mi me parece muy triste 🙁
En 1957 yo tenía 16 años y era scout con la tropa G VII del D.F. Nos tocó ir a hacer valla para que los mirones no se acercaran a tocar al Ángel caído y destrozado. Cuando las autoridades tomaron el control, fuimos al multifamiliar Benito Juárez, donde el acceso a los edificios se hacía por escaleras exteriores, que con el temblor se derrumbaron. Ayudamos a los bomberos a bajar a los inquilinos por las escaleras de los camiones de bomberos y a instalarlos en tiendas de campaña en el parque de los mismos multifamiliares.
Estoy localizando al Sr. Enrique Cosio Pascal, si fuese tan amable de ponerse en contacto conmigo al correo, es con respecto a este testimonio que dejo, de cuando era scout.
hola me dejaron un proyecto en la escuela de un fenomeno natural que haya pasado en mi localidad mi tema fue el sismo de 1957 ya que crei que la mayoria se enfocaria en el de 1985 me gustaria que me dijeran las medidas preventivas que se tomaro despues del sismo de 1957 y como fue documentado por los medios de comunicación gracias
[…] El Ángel el 28 de julio de 1957 después del terremoto (Fuente) […]
Espléndidas fotografías, las del rostro y de la mano con la corona de laureles son poéticas. No sé si habrá alguna de la columna sin el Ángel, sin su Victoria dorada. Gracias por esta maravilla, gracias, gracias !!
hola mi madre me platica que estaba a punto de dar a luz cuando escucho a la partera decir que estaba temblando, dice que no se explica como pero de un salto salio de la cama y se incoo a rezar a una imagen de la Virgen de Guadalupe que tenían por ahí debido al gran susto dio a luz hasta el otro día, 29 de julio de 1957 a las 5 de la mañana fue estocen cuando nací……saludos