Tomás Montero Torres y Manuel Buendía estaban destinados a conocerse, porque ambos eran michoacanos, y porque a ambos sus familias les desearon la profesión de sacerdortes, aunque, a ambos también, la vida los llevó por otros caminos: fotógrafo y pintor el primero; docente y periodista el segundo (además, Buendía era 13 años más joven que Montero). El destino los reunió en un proyecto editorial comandado por otro gran representante y decano del medio periodístico: Carlos Septién García; y más tarde los llevaría a compartir la aventura de ser docentes en la escuela de periodismo que lleva su nombre.
Fundador de La Nación, considerado en su tiempo el semanario político más importante de América Latina, Septién García atrajo el talento e interés de ambos y los formó en la crítica objetiva y sagaz; mientras que la revista sería, para los dos, una plataforma fundamental de despegue hacia otros derroteros de la comunicación.
Manuel Buendía tuvo una trayectoria coherente y de aportes valiosos. Fue el iniciador, por ejemplo, de esfuerzos de divulgación científica en la prensa escrita, en colaboración larga y estrecha con el Conacyt.
Su oficio incisivo se reflejó en todo su trabajo, y aún más, en una de las columnas que firmaba y que, gracias a su calidad, se publicaba en gran número de medios nacionales e internacionales: Red Privada. Fue censurado en más de una ocasión, y siempre encontró el modo de dejar atrás las presiones para brindar su voz clara e inquisitiva en otros espacios, donde ahondó sobre la CIA, el tráfico de armas y drogas, entre otros temas candentes para la época.
A más de uno molestó, porque el 30 de mayo de 1984 un sicario lo asesinó con cinco balazos por la espalda, en el cruce de Reforma e Insurgentes. Se sabe que estuvieron involucrados varios altos mandos de la Defensa y la Policía de aquel entonces, el nieto del ex Presidente Manuel Ávila Camacho (por lo que estuvo preso 18 años), y Manuel Bartlett, hoy Senador de la República por el Partido del Trabajo.
En honor de Manuel Buendía se creó en 1998 una fundación que lleva su nombre, y que desde entonces publica cada año el informe Recuento de daños, sobre el estado de la libertad de expresión e información en México. Hoy que es Día de la Libertad de Expresión en nuestro país, con tantos periodistas abatidos y censurados, Buendía es uno más para ser recordado.
Gracias a Martha Montero y a todo el equipo del Archivo Tomás Montero, por esta muy interesante reseña sobre Manuel Buendía, admirado y noble periodista.
En pocos lugares del país se conmemora aún el 7 de junio como “día de la libertad de prensa”, que en el pasado fue una fiesta del gobierno y los empresarios de los medios, pero cualquier fecha es buena para recordar a esos tres grandes periodistas que fueron Carlos Septién García, Manuel Buendía y Tomás Montero, si bien el segundo de ellos cosechó antipatías entre algunos de sus colegas -varios de los cuales aún viven-, según pude constatar en días pasados cuando escribí acerca de él. Saludos y felicitaciones a Martha Montero por esta nueva e interesante información.
PS.- Las principales organizaciones del gremio celebran en México el Día Internacional del Periodista cada 3 de mayo.
Días previos a su asesinato, Manuel Buendia visito el puerto de Veracruz para dar una conferencia o platica (no recuerdo exactamente que fue) en la Facultad De Periodismo de la Universidad Veracruzana. Entonces de 19 años, estudiaba ingeniería civil y era lector de su columna, la cual era publicada en un periódico del puerto. Su asesinato fue uno de los hechos lamentables que marcaron el sexenio de Miguel de la Madrid. Nuevamente gracias al Archivo Tomas Montero por compartir estas imágenes y mantener vivos en nuestra memoria a aquellos mexicanos que directa o indirectamente han influido en nuestra forma de pensar. Saludos.
Pocos columnistas han podido ocupar el lugar que dejó Manuel Buendia en el periodismo. Quizá Miguel Ángel Granados Chapa, heredero de esa visión crítica de México. Buendía, Granados Chapa y Montero le hacen mucha falta al país.
Recordar personas que formaron parte de la vida, del vivir diario , Periodista, mi padre le Conocía , mi padre el Dr. Rubén Mangas Alfaro Trabajaba en SSA Salubridad en Relaciones publicas y Prensa, en Lieja 8 en el DF, Los recuerdos vuelven , los viejos ya no están y la historia se escribe en el diario vivir con respeto y cariño
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