Hoy mi abuelo cumpliría 100 años. Y aunque se dice fácil nunca es así de fácil para nadie. En los últimos 5 años he dedicado una buena parte de la jornada semanal a contar, clasificar, limpiar, catalogar, acomodar, digitalizar, buscar, platicar, aprender, estudiar, conocer y promover el archivo fotográfico de Tomás Montero Torres, mi abuelo.
¿Por qué digo que no es fácil? Bueno, primero para él, como fotógrafo, porque debió de sacrificar tiempo con su familia, estar en un constante entrar y salir de su casa, de su oficina, de la vida de sus padres, de su esposa y de sus hijos. Además, también hay que tomar en cuenta que fue maestro de fotografía, publicista y pintor, actividades que requieren dedicación y tiempo. Privilegiado en su época, tuvo la suerte de capturar con su lente muchos acontecimientos de la construcción del México posrevolucionario, el México de los grandes cambios.
No ha sido fácil para mi tampoco. A través de su trabajo estoy conociendo su ideología, sus gustos, su filiación política, sus compromisos, el amor a su tierra. He conocido a algunos de sus amigos, compañeros y su forma de trabajar, historias tristes, historias alegres, anécdotas. En otras palabras, estoy conociendo a mi abuelo a más de 40 años de su muerte.
Abuelito: te quiero mucho y te extraño, ¡feliz cumpleaños!
Silvia Sánchez Montero
Hace 100 años en Morelia, Michoacán, nació Tomás Montero Torres. Tengo no solo el enorme privilegio de ser su nieta sino de formar parte del entusiasta equipo de cuatro (Silvia, Claudia, Julieta y yo), que nos dedicamos a rescatar y difundir su legado fotográfico, integrado por poco más de 86 mil negativos. Crecí extrañándolo, me enseñaron a respetar su ausencia y a interesarme por su persona, ya que falleció muy joven y cuando yo tenía poco más de tres años. Lo sabía sobre todo pintor, porque en todas las casas de la familia hay obra suya (autorretratos, paisajes, miniaturas, cristos y vírgenes); y la verdad poco fotógrafo. Mi abuela solía contar como una gran anécdota la vez que, en el año 50, estuvo en la sierra tarahumara para hacer un reportaje gráfico muy amplio y había pasado hambre, igual que los rarámuris, y comido rata de campo. También sabía que había sido compadre de Carlos Septién García y que por una gripa se había salvado del accidente de avión que le quitó la vida al decano del periodismo.
No imaginé que varios lustros después descubriría que la fotografía había sido el eje central de sus actividades profesionales, que había sido colega y amigo de otros grandes de la lente como los Casasola o los Mayo, que había colaborado con gran productividad en prácticamente todos los periódicos y revistas ilustradas de su época, que entre otros temas tendría uno de los archivos más completos en aviación civil o que, con la honrosa tarea de salvaguardar su legado, tendríamos la oportunidad de conocer a personas imprescindibles en este camino…
La vida es sabia y hoy más que nunca estás cálidamente presente, compartiendo a través de tu diario, de los amigos que te sobreviven, de tus pinturas, y sobre todo por medio de tus fotografías, la extraordinaria generosidad de tu ser. ¡Gracias, gracias, gracias! Te quiero mucho…
Martha
Para conmemorar el centenario del natalicio de Tomás Montero Torres los invitamos a participar en una serie de trivias, que da inicio a partir de esta fecha tan significativa para el Archivo Tomás Montero Torres. Cada semana tendremos una nueva, junto con escritos y fotografías que iremos compartiendo. A los diez primeros que envíen sus respuestas correctas a archivotomasmontero@gmail.com les haremos llegar a vuelta de correo una postal conmemorativa por este aniversario… ¡Anímense y participen!
1.- ¿En qué fecha apareció la primer entrada de este blog?
2.- ¿Cuál es el artículo que cuenta con el mayor número de comentarios?
3.- Diga el nombre de por lo menos un colaborador de este blog que no sea familiar de Tomás Montero Torres
¡Gracias!