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Category : Escritores

María Elena Rico Covarrubias

Katherine Dunham y Miguel Covarrubias

 

En l948, la bailarina Katherine Dunham fue invitada a México para presentar a su compañía de danzas primitivas del Caribe en el Palacio de Bellas Artes. Dunham era una famosa bailarina, coreógrafa y profesora afroamericana que en l940 fundó su propia escuela de danza negra con el espectáculo Topics and the Jazz Hot: From Haití to Harlem, que incluía todo tipo de danzas afroamericanas, desde el jazz hasta las danzas rituales primitivas. Tuvo tanto éxito en Bellas Artes que la compañía permaneció en México por más de dos meses.Un entrañable amigo de la Dunham era sin duda Miguel Covarrubias: Para Miguel la danza era mucho más que un simple arte de la interpretación. Cuando me reunía con él nunca dejó de relacionar a la danza con la espiritualidad, expresó en una entrevista Katherine Dunham a Adriana Williams, biógrafa del primero.

En efecto, Miguel Covarrubias, desde que llegó a Nueva York a los 19 años se convirtió de inmediato en un aclamado miembro de la élite artística e intelectual de Manhattan. Pero fue Harlem lo que lo cautivó. Descubrió el alma del barrio negro, la otra ciudad de Nueva York. Era frecuente encontrarlo sentado en la mesa de algún club nocturno de Harlem dibujando cientos de bosquejos de los bailarines y coristas, bosquejos que más tarde, muchos de ellos, se convertirían en pinturas maravillosas.

 

Miguel Covarrubias tenía la facultad de capturar en sus dibujos la ilusión del movimiento. Una de sus genialidades era poder visualizar con sus trazos la música y el baile de los afroamericanos de Harlem. La aportación de Covarrubias en el Renacimiento de Harlem fue una importantísima vivencia en su amplia carrera dedicada al fomento de las historias artísticas y culturales de diversos pueblos de color.

En una fotografía de la serie tomada por Tomás Montero Torres en un cóctel para la compañía de danza de Katherine Dunham durante su temporada en México, aparece Salvador Novo. En el periódico Novedades del 21 de septiembre de l950, cuando Miguel Covarrubias trajo a México a la compañía de José Limón, en su calidad de  jefe del Departamento de Danza de Bellas Artes, Novo escribió: Esta espléndida temporada de danza se la debemos a Covarrubias. Desde la primera noche, los amantes del ballet clásico dieron su aceptación a los bailarines descalzos y olvidaron el general rechazo a los movimientos acrobáticos de la danza moderna.

(*) Agradecemos la cálida participación de María Elena Rico Covarrubias, sobrina y titular de los derechos de las obras de Miguel Covarrubias, quien además es una destacada periodista de temas internacionales y amplios, en cuya trayectoria hay entrevistas a personalidades de la talla de Salvador Dalí.

Poesía sí eres tú (*)

PRIMERA REVELACIÓN

LA CHAYOTA: La vida no es mucho. Sólo cinco fotos.

Destello de luz. Flashazo de lámpara al tomar fotografías.

ROSARIO: Primera fotografía: Álbum de familia: Los Castellanos: Mi padre: El ingeniero Don César, 42 años, un hombre de amplia cultura, heredó dinero y poder político. Mi madre: Doña Adriana Figueroa, 22 años, apenas poseía los conocimientos elementales. Su matrimonio fue producto de una negociación y no del enamoramiento o el libre albedrío. Los apodaban “los quedados”. Mi hermano menor: Mario Benjamín, Minchito, murió siendo niño, mis padres se abismaron en un duelo desmesurado… y yo. Estamos en Comitán, en la finca El Rosario.

BELLA DAMA SIN PIEDAD: Segunda fotografía: Su nana Rufina, una mujer tzeltal picada de viruelas, le está enseñando su lengua en la cocina de su casa en Comitán.

LA CHAYOTA: Tercera fotografía: Su amiga Lolita Castro, un grupo de amigos  y Rosario, afuera del edificio de Mascarones, en la Facultad de Filosofía y Letras. Ahí están sus amigos nicaragüenses: Ernesto Cardenal y Ernesto Mejía Sánchez. ¡También Carlos Illescas y Augusto Monterroso! ¡Qué época!

ROSARIO: Cuarta fotografía: El día de mi boda con Ricardo Guerra.

BELLA DAMA SIN PIEDAD: Quinta fotografía. Su hijo Gabriel y Rosario en Jerusalén.

LA CHAYOTA: ¡Hay una foto más!

BELLA DAMA SIN PIEDAD: No recuerdo haberme tomado esa foto.

ROSARIO: ¿Qué hace mi nombre tan grande en la marquesina del cine Lido?

BELLA DAMA SIN PIEDAD: No es el cine Lido. Ahora es una librería del Fondo de Cultura Económica.

LA CHAYOTA: Y lleva tu nombre.

ROSARIO: ¡Qué desperdicio! Ponerle el nombre de una venida a menos a una librería!

BELLA DAMA SIN PIEDAD: Extraña esencia la tuya, Rosario.

ROSARIO: ¿Por qué? Para mi escribir ha sido, más que nada, explicarme a mí misma las cosas que no entiendo. Nunca me sentí excepcional.

BELLA DAMA SIN PIEDAD: Pues aunque nunca te hayas sentido excepcional, serás recordada Rosario Castellanos.

ROSARIO: Yo no entiendo el descubrimiento de una vocación literaria como un acto de la inteligencia a la que se le revela un hecho que hasta entonces había permanecido oculto y que, a partir de entonces, queda expuesto a la evidencia, sujeto a las leyes del desarrollo, tendiendo siempre a la consecución de la plenitud. No, yo entiendo el descubrimiento de una vocación literaria como un fenómeno que se sitúa en estratos mucho más profundos, mucho más elementales del ser humano: en los niveles en los que el instinto encuentra la respuesta, ciega pero eficaz, a una situación de emergencia súbita, de peligro extremo. Cuando se trata de un asunto de vida o muerte en que una persona se juega todo en una carta… y acierta.

BELLA DAMA SIN PIEDAD: Eres un caso insólito en la literatura mexicana.

ROSARIO: ¡Y en mi familia lo soy aún más!

(*) Fragmento de una lectura dramatizada realizada el 2 de agosto de 2009 en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, que se reproduce con autorización de la autora.

(*) Fecunda, creativa, hermosa y extraordinario ser humano, Elena Guiochins también es dramaturga, directora escénica y docente. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autora de más de quince obras teatrales, casi todas publicadas y estrenadas, entre las que destacan: Mutis, Plagio de palabras, Juan Volado, Bellas Atroces, Caída Libre, Desmontaje Amoroso y Prendida de las Lámparas. Acreedora (en dos ocasiones) del Premio Oscar Liera y también del Premio Nacional de Dramaturgia para niños, entre otros. Como dramaturga ha participado en diversos Festivales Internacionales como la Mousson d`eté, y el Neue Dramatik de la Schaubühne. Ha sido becaria del Fonca en varias ocasiones y de programas de Residencia Artística en Canadá y E.U. Recientemente participó en el programa de intercambio con el Lark Play Development Center en Nueva York.