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Tag : II Guerra Mundial

Martha Patricia Montero

Héroes del México contemporáneo

 

Este septiembre alabamos a los héroes que nos dieron Patria y Libertad conmemorando, además, el Bicentenario del inicio de esa gesta. La fecha debiera suponer una reflexión mayor, que albergue no sólo el otro momento histórico de este 2010 – el Centenario de la Revolución – sino el devenir contemporáneo que, con esas premisas de honor y sentido patrio, también ha contribuido con vitalidad a conformar nuestra compleja identidad.

Sin duda, un suceso que marcó la primera mitad del siglo XX fue la II Guerra Mundial (1939-1945), cuyas profundas heridas siguen impactando en varios frentes del acontecer planetario. Un conflicto bélico en el que se involucraron más de 70 naciones de los 5 continentes. México no fue la excepción. Su papel de proveedor de petróleo para las fuerzas aliadas convirtió a sus buques en blanco del ejército alemán, hasta que las agresiones merecieron la decisión crucial – tomada por el Presidente Manuel Ávila Camacho y respaldada por el Senado de la República – de participar.

Fue en julio de 1944 que un contingente, bajo el nombre de Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana y mejor conocido como Águilas Aztecas o Escuadrón 201, arribó a Texas  y a Idaho para recibir un adiestramiento especial. Un total de 299 hombres bajo el mando del Coronel Piloto Aviador Antonio Cárdenas Rodríguez. Y sería hasta marzo de 1945 que llegarían a la base de Manila para incorporarse al frente de guerra, que afortunadamente estaba más cerca de concluir. A la vuelta a casa habría decesos y un cúmulo de anécdotas para compartir…

Son detallados los datos recopilados por los especialistas. Sin embargo, al mirar la serie de imágenes que Tomás Montero Torres captó tanto de su llegada a la Ciudad de México, como de su participación en el desfile del 20 de Noviembre de aquel año 45, lo que sobresale es la emoción con que el pueblo de México los acogió de nuevo en su terruño. Querían tocarlos, estar cerca, comprobar de primera mano que eran reales y se les devolvían intactos… De nada servían las vallas o las indicaciones, sólo contaba hacerles sentir cariño y admiración. Lo mismo en el abrazo íntimo o al recobrar el lazo familiar, que en su  reencuentro con sus compatriotas, conmovidos hasta la médula por un valor noble que nos abarca a todos: la defensa de nuestro México. ¡Vaya pues, un pensamiento igual de noble para todos ellos!